Fito arranca su gira debut en la sala Caracol de Madrid

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Si quisiéramos analizar los orígenes de las canciones de Fitipaldis podríamos contar cómo a finales de 1996, en las madrugadas de la gira conjunta con Extremoduro, Fito se juntaba con ‘Mon’ y Robe para tocar e, inconscientemente, dar forma a las primeras estrofas y estribillos de las canciones que formarían ‘A puerta cerrada’. Después, ya vinieron las primeras quedadas con Txus y las jam session con Miguel, Polako, Arturo… y, como se ve en la foto, con Batiz o el mismísimo Iñaki al bajo.
Fitipaldis en una de sus primeras actuaciones en 1998
Fito junto con Batiz, Arturo y ‘Uoho’ tocando en un bar (Foto de foto).

EN LAS SIGUIENTES líneas, varias cosas. Por una parte una entrevista muy interesante con Fito Cabrales realizada por la gente de rockcircus.net, coincidiendo con la primera visita de los Fitipaldis a Madrid en noviembre de 1998. Y también una crítica del disco. Luego, el concierto de la sala Caracol de Madrid ya mencionado, es anunciado en El País.¡A disfrutarlo!

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Texto: Iván Ortega (Rock Circus, enlace).

Entrevista a Fito Cabrales

Con motivo de la presentación en Madrid del primer disco en solitario de Fito, tuvimos oportunidad de charlar con él en su compañía de discos y esto es todo lo que nos contó…

¿Cual es la motivación de este proyecto? «Pues tocando en bares ya llevaba unos tres años, porque cuando me apetece cojo y toco en un bar. Pero no me lo planteaba en plan serio. Luego empiezan a animarte y al final acabas grabándolo. De hecho el que más me animaba era el propio Iñaki que siempre me estaba diciendo que tenía que grabarlo pero yo soy un ‘dejao’ de la hostia y por no meterme en el estudio prefería no hacerlo, hasta que al final te decides y se hace».

Fito presentando su nuevo disco en Madrid en noviembre de 1998

Fito presentando su nuevo disco en Madrid en noviembre del ’98. / ROCK CIRCUS

¿Quién se inventó lo de Los Fitipaldis? «Eso fue el Polako, el batería de los Flying Rebollos. Es un tío muy ocurrente para esas cosas y cuando íbamos a tocar en el Umore Ona (el bar de siempre) no se nos ocurría nada para llamarnos y él saltó con lo de Los Fitipaldis, nos hizo gracia y se quedó».

¿Al principio tocabas tú solo en los bares? «Sí pero no como si estuvieras dando un concierto. Simplemente estabas borracho, alguien te daba una guitarra y te ponías a tocar tres horas pero sin micro y sin nada».

Fito, ¿el hecho de que el disco sea en su mayoría acústico responde al intimismo del que haces gala en las primeras canciones del disco? «Hombre, las canciones se han compuesto con guitarras acústicas y por eso te planteas el no cambiarlas y no intentar buscar una banda de rock’n’roll para grabar el disco y que éste suene potente y cañero. Además yo quería reflejar esa tranquilidad porque es totalmente distinto cuando compones con una guitarra eléctrica o con una guitarra acústica y yo quería que el disco sonara como sonaría la banda en un bar».

Las letras son de lo más intimista que has publicado hasta el momento ¿Por qué? «¡¡Son las más pijas!! (risas). Va un poco en la misma onda que el 7 de Platero. Tampoco son cosas muy diferentes a lo que he hecho hasta ahora. Quizás hablo demasiado de mí, pero siempre cuentas historias que están cerca de ti… de bares, mujeres, lo típico. Además no me considero poeta ni nada y me cuesta mucho componer. Pero si lo que te empieza gustando a ti luego le gusta a 30 más, pues hombre, ves que no eres tú sólo el loco sino que hay unos cuantos más».

¿Este era el momento adecuado para sacar el disco? «Sí que era el momento adecuado porque ahora mismo Platero y Tú está parado y es cuando tengo tiempo para ir a presentarlo a las salas. Porque lo que tengo clarísimo es que lo principal es Platero, ellos son mi grupo y no me apetecía estar jugando a dos bandas».

El disco le habéis hecho prácticamente en familia con Iñaki produciéndolo, Juantxu haciendo el libreto, Jesús tocando la percusión, los Flying Rebollos acompañándote y hasta el Robe metiendo sus estrofitas… ¿Cómo lo ves? «Pues normal porque si alguien conocía las canciones eran Platero. Hombre, siempre parece que cuando haces un disco en solitario hay malos rollos y lo mismo pasó cuando Iñaki empezó a colaborar con Extremoduro, pero dentro del grupo se ve todo muy claro y no hay ningún mal rollo».

¿Cómo llevas lo de subirte al escenario sin tener detrás a los de siempre? «Y no sólo en el escenario, ¡también en las ruedas de prensa! (risas). Hombre a los músicos que llevo ahora tampoco los he buscado en las páginas amarillas… son coleguitas y los conozco desde hace tiempo aunque por supuesto no va a ser lo mismo que con Platero que con mirarnos sabemos lo que nos pasa».

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Los Fitipaldis Miguel, Txus y Fito tocando en un bar (foto de foto).

¿Lo has tenido más fácil con la compañía por ser el cantante de Platero o te han exigido una maqueta previa y les ha gustado antes de darte vía libre para grabarlo? «Bueno, la relación con la compañía es muy buena aunque cuando han hecho las cosas mal les hemos echado la bronca y también cuando tienen detalles se lo hemos agradecido un montón. Y este disco me dijeron que lo grabara y no tenían ni puta idea de lo que iba a hacer con lo cual fue todo un detalle por su parte y yo se lo valoro mucho, aunque también es lo que están haciendo con los últimos discos de Platero».

¿Has pensado que te iban a respaldar los seguidores de Platero cuando sacaras el disco? «Pues no, porque era lo que más miedo me daba, aunque afortunadamente ahora el disco está funcionando muy bien y parece que a la gente le está gustando. De todas formas tampoco me importaba demasiado porque los discos los tienes que hacer para que te gusten a ti. Y éste era un capricho, con lo cual el que estuviera en la calle y pudieras tocarlo ya era todo un logro.»

¿Por que lo de llamarlo A puerta cerrada? «Pues porque quería recoger el momento de cuando chapan el bar de siempre, echan a la gente y te quedas con los de siempre y empiezas a tocar y esas cosas… ¡aunque al camarero le tendrían que hacer un monumento por lo que nos aguanta!»

¿Las canciones las tenías compuestas desde hace tiempo o tenías ideas y las has dado forma cuando te decidiste a grabarlas? «De todo un poco. Algunas como El funeral lo mismo tienen diez años pero la mayoría salieron en la gira que hicimos con Extremoduro. Cuando terminábamos los conciertos nos íbamos al hotel y con Robe, Ramón o con el que tuviera a mano, me quedaba hasta las tantas tocando y así iban saliendo las canciones».

¿Se han quedado canciones en el cajón? «Sí y bastantes. Pero porque a mí no me gustan los discos largos y prefiero diez canciones buenas a 17 y que haya 7 que sean un coñazo. Es lo mismo que hacemos en los discos de Platero. Aunque por supuesto luego en directo hago algunas más».

«’Alucinante’ cuando se compuso era un tema muy lento e íntimo, hasta que llegó Iñaki y dijo que había que meterle caña»

(Fito Cabrales, 1998)

¿Alguno de los temas del disco es un descarte de Platero? «No, descarte no, porque desde luego si alguien conoce estas canciones son Iñaki, Jesús y Juantxu ya que siempre les puedo dar la chapa más a ellos porque les tengo más cerca. Y cuando les he tocado las canciones saben que son de mi historia y no ponen ninguna pega. A lo mejor sí que podrían sonar con Platero pero el rollo que solemos llevar es de grupo y nos tienen que gustar a los cuatro y las tenemos que sentir los cuatro. Si no, no nos valen».

Oye, la canción El lobo se espanta suena un montón a los Dire Straits… ¿Lo hiciste aposta o salió así? «¡Joder, todo el mundo me lo ha dicho! Yo me di cuenta en las mezclas pero bueno… quizás la melodía, la misma forma de tocar, utilizas revers, etc. pero me gustaba y la dejé. Encima parece que ahora mismo todo el mundo se mete con los Dire Straits pero a mi me gustan mucho».

¿Por que la versión del tema de los Secretos? «Pues en principio porque es cojonuda la canción. Siempre me ha gustado y me he permitido el lujo de hacerla. Y la he hecho de forma distinta porque para hacerla ‘arrastrada’ Enrique Urquijo lo va a hacer mejor que yo y por eso me la he traído un poco a mi campo que yo soy más ‘speedico’. De hecho he quitado canciones mías para meterla porque me mola un huevo».

¿En algún tema se nota influencia de Tom Waits? «Es un tío que me gusta… tengo algunos discos suyos y a lo mejor se nota algo, pero tampoco es que me tire demasiado».

¿Cambias de formación para el directo con respecto a la gente que ha grabado el disco? «Sí, pero por lo mismo que siempre. Los Flying son unos colegas y me han ayudado a grabar el disco… pero no les vas a joder su banda para que te acompañen a tus conciertos. Yo no quiero ser el cáncer de los Flying Rebollos y prefiero perder a un músico que a un amigo y me he tenido que buscar músicos nuevos».

¿Qué vas a llevar para los directos? «Pues lo de siempre. Otro guitarra, un bajista y un batería. Aunque para el concierto de Madrid, como es un poco especial, llevo también un saxo y a Jesús de Platero con un set de percusión».

¿Harás algún tema de Platero? «Sí, tocaré el Alucinante ya que al principio, cuando se compuso era un tema muy lento e íntimo, hasta que llegó Iñaki y dijo que había que meterle caña. Pero le sigo teniendo cariño a esa primera versión y la haré en los conciertos. Y también va el Mari Madalenas aunque un poco descafeinada y además la mezclo con una letra de los Flying Rebollos que tiene la misma sucesión de acordes y se puede hacer sin problemas. No sé, es algo que me divierte bastante».

¿Y alguna otra versión de los Rolling Stones o de Leño? «¡De los Rolling no porque no sé inglés! Pero de Leño sí que destrozo el Mientras tanto porque de siempre me ha molado mucho y la he preparado. Y bueno, luego mis blueses, mis rock‘n’roles… aunque ya sin ser de ningún grupo conocido».

En la sala Caracol has agotado las entradas. ¿Se puede romper el ambiente original del disco? «¡Si se llena es porque hemos invitado a 200! (risas). No, en serio, tampoco son muchas porque es un concierto de 400 ó 500 personas y al que esté más lejos le sigues teniendo cerca. No es lo mismo que si cojo una guitarra y me pongo a tocar aquí mismo… pero tampoco es hacerlo delante de 4.000 o 5.000 que me acojonaría bastante más».

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Entrada-invitación del concierto de Fito y Fitipaldis en la sala Caracol de Madrid (20/11/1998).

¿Finalmente vas a salir de gira teloneando a Extremoduro? «Sí y me tiene acojonado. Yo voy a hacer lo de siempre y acepté porque me lo pidió Robe y cuando se le mete una cosa en la cabeza no para hasta conseguirla. Yo voy a gusto con Robe y con Iñaki de gira… pero cuando haga el primer concierto será cuando vea si funcionará o no. Si sale bien, cojonudo, y si sale mal, pues lo dejas y ya está».

Y hablando de conciertos grandes ¿Qué tal llevas el rollo de los festivales, tan de moda últimamente? «Pues a mí, sinceramente, no me gustan. Los odio porque siempre acabamos tocando los mismos y siempre con problemas de sonido y de tiempo. Y los odia todo el mundo porque hablas con otros músicos y opinan igual que tú… pero no se sabe bien por qué se siguen haciendo. Yo si voy a ver a un grupo me apetece verles a ellos solos, por muy buenos que sean el resto».

¿Siempre estáis muy relacionados Platero, Extremoduro, Fito y los Fitipaldis, incluso los Flying Rebollos? «Sí, puede parecer una cooperativa pero lo haces porque siempre te juntas con los colegas… es más difícil juntarte con peña que no conoces. Por eso siempre estamos colaborando con los otros y los demás colaboran en lo tuyo… y seguro que sigue así durante mucho tiempo».

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Fito, Miguel, Polako y Edorta, tocando en un bar (foto de foto).

¿Y el disco de los poemas de Manolo Chinato? «Pues va pa’lante, pero muy despacito… Tenemos una maquetilla en casa de Iñaki con 7 u 8 canciones pero todavía hay que darles forma y ahora yo he estado muy liado con el disco en solitario, a Robe le ha costado un montón terminar el suyo… y lo de Manolo es difícil porque él no canta, él recita y hay que ajustarle la música… Terminará, saliendo pero va lento».

Y para terminar… ¿Cuándo podremos disfrutar del octavo disco de Platero? «Estamos empezando a prepararlo, pretendemos grabarlo en este invierno y la salida será para después del verano más o menos… [nota de giveevig: habla del verano del año 1999]. Seguiremos con el ciclo de alternar lo de Extremo y lo de Platero y se grabará mientras Iñaki y yo estemos de gira con Extremoduro».

Pues todo esto fue lo que nos dijo el ‘chapas’ de Fito (como él mismo se definió) durante los tres cuartos de hora largos que estuvimos hablando con él. ¡Y fue todo un lujo porque aparte de ser un músico cojonudo es un tipo excelente!


Texto: Iván Ortega (Rock Circus, enlace).

Fito & Fitipaldis: ‘A puerta cerrada’

Justo ahora que Platero Y Tú van a parar un tiempo, Fito, el cantante de la banda, se ha decidido a publicar su primer álbum en solitario. Y bueno, esto de solitario deberíamos de entrecomillarlo bastante porque se ha rodeado de buenos amigos por todos los lados para realizar un disco diferente, pero buenísimo. En primer lugar ha recurrido a gente de los Flying Rebollos, que son los Fitipaldis, para que le acompañen musicalmente. Luego, cómo no, los Platero en pleno han ayudado bastante. Iñaki ‘Uoho’ ha producido el disco junto a Fito y, además, toca la guitarra y el trombón en algunos temas. Juantxu es el que ha diseñado el libreto y Jesús, es el mánager con lo cual se demuestra más que nunca que esto es una aventura paralela pero que los cuatro de Bilbao siguen teniendo la misma amistad de siempre. Y, para redondear la fiesta, ¿quién más? Sí, sí, ese que estás pensado, el que nunca falta en los últimos tiempos en ningún tema relacionado con Platero, el Robe de Extremoduro, que se canta algún fragmento y hace algunos coros. Como veis, la misma familia de siempre y tan unida como de costumbre.

Y, musicalmente hablando, pues difiere un poco de lo que Platero hace habitualmente, pero tampoco es una gran diferencia. No te esperes encontrar un Juliette o un Rock’n’Roll, porque no los hay. El disco es en su mayoría un álbum acústico, pero no acústico en el sentido más baladístico. Hay temas cañeros y rocanroleros, pero siempre con guitarras acústicas y apenas hay eléctricas. Rojitas las orejas abre el disco y tiene un estribillo super pegadizo que no dejarás de tararear. Trozos de cristal recuerda a Si miro a las nubes porque canta Fito y Robe. Quiero beber hasta perder el control, que es una sorprendente versión de Los Secretos, y que parece puro Platero 100% ya que es un rock’n’roll con teclados alucinante. Para que te hagas una idea como el Mendrugos en acústico. El lobo se espanta te va a recordar muchísimo al Sultans of swing de Dire Straits. Si, sí, sin coñas, que parece que el que toca la guitarra es Mark Knopfler. Ojos de serpiente que suena a un tema de swing y El funeral, que parece música de cabaret francés mezclado con rock’n’roll.

Eso sí, todos los temas tienen el mismo sentimiento y si te gustan Platero, sobre todo si alucinas con Platero, vas a disfrutarlos igual que si fuera un nuevo trabajo de la banda bilbaína. Totalmente recomendado para fanáticos de Fito, ‘Uoho’, Juantxu y Jesús. ¡Y también para el resto, eh!


20 de Noviembre de 1998, Madrid. Texto: Fernando Iñiguez (El País).

Fito & Fitipaldis enseñan la cara arrabalera del grupo Platero y Tú

A Adolfo Fito Cabrales, el cantante, compositor y guitarrista del grupo bilbaíno Platero y Tú, no sólo le gusta el rock contundente y urbano del que lleva haciendo gala desde comienzos de la década. También le tiran el bolero, el chachachá, la rumba y los sonidos latinos. Y, sobre todo, cantar por los bares otras canciones distintas a las que hacía con su grupo. Así, casi como una broma, creó el grupo Fito & Fitipaldis para seguir tocando en los garitos cuando terminaba sus conciertos con Platero y Tú. De esta guisa se presenta hoy en la sala Caracol y da a conocer las canciones que ha grabado en A puerta cerrada, su primer disco bajo la nueva personalidad. Todo empezó como un juego. Una especie de hiperactividad que le impedía estar quieto cuando los Platero y Tú descansaban. Y fueron los bares de su Bilbao natal donde primero rodó su nuevo proyecto. Como cada vez iba más público a verle, se fue animando para dar forma a unas canciones que finalmente ha conseguido grabar.

En A puerta cerrada Fito & Fitipaldis recogen el espíritu de los conciertos en bares pequeños. Canciones más cercanas, imposibles de tocar en grandes escenarios. Casi acústicas, sin exceso de electrificación, que ofrecen tintes latinos, ecos de guitarra a medio camino entre Mark Knopfler y Carlos Santana y un sentimiento de taberna de puerto o de romántico arrabal.

A Fito le ha costado grabarlas, pero no por dificultades ajenas o porque no tuviera compañías discográficas dispuestas. Simplemente porque sólo entendía lo de los Fitipaldis como una manera de pasarlo bien y darse el gusto cuando no estaba de gira; nunca con pretensiones de grabar un disco. Fue su compañero de Platero y Tú, Iñaki Antón, el que le animó y llevó algunas canciones al sello que se las ha editado. En su disco debut, Fito ha estado ayudado por miembros de otros combos de Bilbao como Flying Rebollos y en algún caso los coros de Robe Iniesta, de Extremoduro. Nueve canciones escritas por Fito y una versión trepidante del viejo éxito de Los Secretos, Quiero beber hasta perder el control. En la próxima gira de Extremoduro Fito & Fitipaldis harán las veces de teloneros.

Fito & Fitipaldis actúan hoy en Caracol (Bernardino Obregón, 18. Metro Embajadores). 22 horas. 800 pesetas.